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Perfil de Jugador

Nano Fernández: Llevando las Esperanzas de Perú en su Golpe de Derecha

Nasraldeen Moustafa

Nasraldeen Moustafa

Fundador, Sand Smash

10 min de lectura
Noviembre 2025

Es 10-9. Tres sets a dos. Punto de campeonato para Nano.

Se limpia la mano en el costado de la mesa, el ritual que todo jugador de tenis de mesa conoce, secando el sudor, calmando los nervios, comprando un precioso respiro de compostura. Da un paso atrás. Inhala profundamente. Vuelve a la posición.

El saque corta hacia el forehand del oponente. La devolución viene como un chop desesperado, cortando de vuelta hacia la esquina de backhand de Nano.

Pero Nano ya se ha movido.

Se desplaza alrededor del lado de backhand, se prepara y desata un devastador topspin de forehand que grita a través de la mesa hacia el backhand de su oponente.

La pelota impacta. El oponente se lanza. Demasiado tarde.

La multitud estalla.

Nano Hernández, de Perú, es el Campeón Sudamericano 2023.

No solo está jugando para sí mismo. Sobre sus hombros descansan las esperanzas silenciosas de una federación, un país y un deporte que aún está aprendiendo a soñar.

Creciendo en el Centro Nacional de Lima

Nano Hernández creció en el centro de entrenamiento nacional de Lima, donde pasó la mayor parte de su infancia como el jugador más joven del equipo nacional senior de Perú. Desde los nueve años en adelante, entrenó junto a sus ídolos, jugando partidos con jugadores que admiraba, aprendiendo de veteranos que lo trataron como a un hijo.

"Fue muy divertido. Me trataron como a una familia. Tuve muy buenos entrenadores. No cambiaría nada de eso."

- Nano Fernández

El centro nacional tenía buenas instalaciones, nada extravagante, pero condiciones de entrenamiento sólidas. Pero el entorno de torneos en Perú era diferente. Mala iluminación. Mesas viejas. Pelotas desgastadas. Las malas condiciones obligaron a Nano a adaptarse.

"En realidad me ayudó mucho", dice. "Aprendí a ser adaptable."

Y a veces, los jugadores mayores se aseguraban de que se mantuviera humilde. Una vez, lo metieron en un bote de basura. Nano se ríe de eso ahora. "Fue una broma. Ese tipo de cosas me dieron una buena actitud al crecer."

Nano Fernández compitiendo por Perú

Nano en acción, representando a Perú con orgullo y determinación

Del Taekwondo al Tenis de Mesa

Pero el tenis de mesa no fue el primer deporte de Nano. Cuando tenía seis o siete años, entrenó taekwondo tres días a la semana, compartiendo el espacio del salón con los jugadores de tenis de mesa. Ping. Pong. Ping. Pong. Se enamoró del sonido de la pelota. Así que se inscribió.

Si Nano pudiera volver atrás y hablar con su yo más joven, le diría qué viaje tan increíble estaba a punto de comenzar, que disfrutara cada momento tanto como pudiera. Por otro lado, le diría a su yo de 9 a 11 años que practicara más duro.

El tenis de mesa, según Nano, no solo lo moldeó, lo hizo. Nacido con desafíos cognitivos y musculares, era extremadamente tímido y asocial de niño. Pero el deporte, combinado con su extraordinaria crianza familiar, lo cambió todo. Se convirtió en alguien que nunca imaginó que podría ser.

Luchando Cuesta Arriba

Pero a pesar de toda la calidez comunitaria y el buen entrenamiento, había una barrera que Nano no podía superar solo: la federación misma.

"Antes, la federación carecía de mucho. Desde que estuve en el equipo nacional, nunca sentí que tuviera el mejor apoyo. Éramos yo y mi familia en los torneos."

- Nano Fernández

Sin la inversión de su familia, Nano está seguro de que no estaría donde está hoy. El apoyo emocional de la comunidad siempre estuvo ahí. Los peruanos son amigables, relajados y siempre solidarios. Pero estructuralmente, sistemáticamente, estaba luchando cuesta arriba.

"Si no fuera por la inversión de mi familia, no estaría aquí", dice.

Las cosas están cambiando ahora. La nueva presidenta de la federación, la Sra. Magali Montes, está tratando de hacer las cosas bien, reclutando jugadores, contratando grandes entrenadores y construyendo infraestructura, según Nano.

Un Nuevo Mundo en España

2023 no solo estuvo lleno de victorias para Nano. Durante la primera mitad del año, logró algunos de los mejores resultados de su vida. Todo estaba funcionando. Pero durante la segunda mitad, se mudó a Madrid para comenzar la universidad.

Fue un caos.

El alto costo de vida lo obligó a trabajar. La vida se volvió tan ocupada que apenas tenía tiempo para practicar, y cuando lo hacía, las sesiones eran mediocres. Iba a dejar el tenis de mesa para enfocarse en su vida.

Afortunadamente, no lo hizo. Su determinación y el apoyo de sus padres lo mantuvieron en marcha. Todo mejoró.

"Es otro mundo en España. En Perú, llegaría a las finales de cualquier torneo fácilmente. En España, puedo ser eliminado en la ronda de 64. Podría enfrentar a un jugador aleatorio en un partido de liga y perder. Así de competitivo es."

- Nano Fernández

Pero Nano extraña Perú.

"Allí, es más tranquilo y relajado. La gente juega por pasión, por diversión", explica. "En España, la mayoría de la gente juega por dinero, lo cual es totalmente comprensible; es cómo se ganan la vida. Pero es diferente."

El contraste le enseñó a Nano algo sobre sí mismo: no solo se enamoró del tenis de mesa. Se enamoró del tenis de mesa peruano, la comunidad, la calidez y la forma en que las personas se apoyan mutuamente incluso cuando las instituciones les fallan.

"Nunca he experimentado la amabilidad de los peruanos en ningún otro lugar. Pero tal vez eso es porque nací allí, así que mi corazón está allí."

- Nano Fernández

Equilibrio de Vida

Nano ahora es un estudiante universitario de tercer año y un jugador "semi-profesional". Está viviendo felizmente, desconectándose del juego tomando paseos solitarios y relajantes por Madrid, escuchando música antes y después de la práctica. Y, lo más importante, la universidad lo mantiene ocupado LOL.

¿El sueño de Nano en el tenis de mesa? Representar a Perú en los Juegos Olímpicos. Y si ganara una medalla importante, se la dedicaría a su madre y padre. ¿Qué pasa por su mente antes de un punto importante? A veces nervios, a veces tácticas, y a veces solo cosas aleatorias como comida o películas. Está muy distraído en momentos tensos.

Una Visión para Perú

En veinte años, Nano se ve a sí mismo dirigiendo clubes de tenis de mesa en todo Perú, probablemente siendo algún tipo de líder en el deporte peruano. No está seguro de a dónde lo llevará la vida después, pero de una cosa está seguro: en su futuro, estará trabajando hacia algo grandioso para su país.

"Vivimos en una gran nación. Es el comienzo de algo grandioso para el tenis de mesa peruano. Es hora de elevarnos a nuestra grandeza."

- Nano Hernández

"Nacimos en una tierra de guerreros. Espérennos. Perú se levantará."

- Nano Hernández

Desde los salones de entrenamiento de Lima hasta las ligas competitivas de Madrid, Nano Fernández lleva más que una raqueta. Lleva los sueños de una nación que está aprendiendo a creer en sí misma.